El ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, que ha inaugurado en Torremolinos (Málaga), la Conferencia Ministerial sobre seguridad de los buques pesqueros y la pesca ilegal, un evento organizado por la Organización Marítima Internacional (OMI), ha reivindicado la seguridad marítima como una de las principales líneas de actuación del Ministerio de Fomento.
Ante el secretario general de la OMI, el embajador enviado especial de las Naciones Unidas, ministros y embajadores representantes de una elevada presencia internacional, Ábalos ha puesto de manifiesto la importancia de la adhesión al Acuerdo de Ciudad del Cabo de 2012 en materia de seguridad marítima, que se ha constatado en la firma de la Declaración de Torremolinos.
En un comunicado, la OMI asegura que “la falta de un régimen internacional obligatorio hace más difícil el control efectivo de las normas de seguridad en los buques pesqueros”. En este sentido, recuerda que el Acuerdo de Ciudad del Cabo de 2012 es un instrumento internacional vinculante que proporcionará ese régimen. El Acuerdo incluye requisitos internacionales obligatorios para la estabilidad, la construcción y la navegabilidad, así como para dispositivos de salvamento, equipo de comunicaciones, protección contra incendios y construcción de las embarcaciones pesqueras.
Falta de consentimiento de los países
El Acuerdo de Ciudad del Cabo de 2012 tiene por objeto facilitar un mejor control de la seguridad de los buques pesqueros por parte de los Estados de abanderamiento, los Estados rectores de puertos y los Estados ribereños. También se espera que contribuya a la lucha contra la Pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR).
El tratado entrará en vigor 12 meses después de la fecha en la que por lo menos 22 estados que tengan como mínimo 3 600 buques pesqueros de eslora igual o superior a 24 m que operen en alta mar hayan manifestado su consentimiento en obligarse por él.
En mayo de este año tan solo son 11 los estados (con 1.413 buques pesqueros) los que han consentido en verse obligados por el Acuerdo: Alemania, Bélgica, Congo, Dinamarca, España, Francia, Islandia, Noruega, Países Bajos, Saint Kitts y Nevis y Sudáfrica.
Necesidad de un marco normativo internacional
En su discurso, el ministro en funciones se ha referido a la elevada siniestralidad en el sector, “agravada cuando los buques están mal proyectados, construidos y mantenidos o cuando sus tripulaciones carecen de formación básica”. También ha puesto el foco en la proliferación de la pesca ilegal, “que hacen que el sector pesquero, fundamental tanto para la alimentación mundial como para la conservación y protección del medio marino, no deba de ser ajeno a la aplicación de un marco normativo internacional”.
Es por esto que, para el responsable de Fomento, “la transformación del sector hacia una actividad responsable, sostenible y desempeñada por pescadores cualificados en un entorno seguro y decente, contribuirá de manera inequívoca a alcanzar muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible identificados en la Agenda 2030, a la que el Gobierno español se ha sumado con firmeza y convicción”.
Ábalos ha puesto al sector pesquero como ejemplo de conocimiento, innovación técnica y buen hacer, ya que actúa sobre multitud de sectores económicos como la construcción naval, el procesamiento y comercialización, la fabricación de aparejos y equipos, el desarrollo de la tecnología, la estiba y la actividad portuaria.
El ministro también se ha referido a la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima (Sasemar) como ejemplo de la prestación efectiva con un servicio de búsqueda y salvamento en un área de responsabilidad SAR de un millón y medio de kilómetros cuadrados, en la que se da una intensa actividad pesquera.